Tus manos me recorren,
me palpan,
me buscan en la oscuridad.
Me acaricias con tanta sutileza,
que casi no me doy cuenta
de tu suave brisa que me despeina
al pasar.
Tu mirada, traspasa mis palabras,
las envuelve en un cálido abrazo
que las deshace.
Mi intimidad es tuya.
Quiero darte lo que soy,
quiero ser transparente a tu lado,
quiero que me penetres,
que me retengas fuerte,
y disolverme entre tus brazos
inabarcables.
Piensas lo que deseo,
lo que necesito,
piensas lo que pienso
y me lo susurras al oído.
Respiras en mi nuca,
noto tu aliento cerca,
escalofríos me sobrevienen
y me llevan contigo.
Me llevan al mundo
donde todo empieza,
donde el tiempo no existe.
Me acercan al mañana y al ayer,
me alejan del aquí
y me transportan lejos...
donde sólo tú sabes.
.
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