viernes, julio 17

No se puede mirar

Figura escuchando (1991) de Juan Muñoz


Entre cárcel y parque temático.
Las salas del museo.
Monumentos culturales.
Souvenirs contemporáneos
entre paredes blancas.

Mil ojos mecánicos
y mil ojos biológicos
vigilan el estatismo del bronce
y la resina de poliéster.

No se puede tocar.
No se puede pasar entre la obra.
No se puede agachar junto a la obra.
No se puede sentar a observar
la mirada perdida de estas figuras
mudas.
No se puede reír.

El museo no es para pasarlo bien.

Y sin embargo,
turistas corretean
llenando este espacio,
posando al lado
de estos rostros ciegos:
representaciones autistas
de seres perdidos,
soledad y aislamiento.
niebla mente infinito vacío

¿Alguno se paró a escuchar
estos silenciosos gritos?

Consumir la cultura
como se consume la ciudad
desde arriba del bus turístico:
mirada fugaz,
sin internamiento
ni interacción
ni reflexión
ni sensación.

Esas fotos son trofeos de caza.

Representaciones mediadas del momento
que viajan hacia el futuro.

¿Y si el objeto del viaje
no fuera el lugar sino la fotografía?

¿Y si ellos son ya ciegos,
ante ciegos,
esperando ver la realidad

en una pantalla?


unos pensamientos en torno a la exposición "Juan Muñoz: Retrospectiva" 21 de junio al 31 de agosto de 2009. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

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