Uno: repoblar el cuerpo.
(era una noche de luna,
calor seco de Burgos,
lúcidamente embriagada)
Tres años (tres veranos) después,
ir a Sao Tomé, venir a Mallorca,
trabajar de profesora,
el enneagrama, la coach,
decidir dejar, volverme a enamorar,
unas cuantas crisis,
tres cosechas,
muchos momentos de hedonismo,
afrontar obligaciones,
tomar decisiones.
Uno: repoblar el cuerpo.
Decidir escuchar lo que el dentro dice,
creer, confiar.
Actuar.
Danzar.
Es propicia la perseverancia.
Tres años y tres meses después,
comienzo a ver los destellos
de mi propia evolución.
.
Fortuna!
ResponderEliminarSiempre es lento recoger lo que siembras.
Tres veranos después, Miki:enfrentarme a los fantasmas, superar lar perdida y aprender a lidiar con una soledad no se deseada,
el TaoYin, la terapeuta, los cristales rotos y las crisis,
trastabillar y tropezar, sumergirme en el dark side y sentir el aliento de la Muerte,
pero sobre todo trabajar y trabajar.
Consolidar un proyecto que solo existía en el mundo de las ideas.
Y vivir a Val del Omar, claro.
Todo esto, todo, para finalmente volverme a enamorar.
Ha sido largo el viaje de ida. Lo he disfrutado y sufrido por partes.
Ahora, solo ahora, s´e que tengo el equipaje preparado para iniciar el camino de vuelta.
Instalarme en mi centro me permiti´o olvidar los miedos.
Tres años después empiezo a vislumbrar una nueva esperanza.
Una segunda oportunidad que me permita redimir los errores
que mi corta experiencia me hizo cometer en el pasado.
Hoy se por fin que mi oferta es buena y que tengo las riendas.
Hoy estoy en la vanguardia de mi mismo.
Y viajo con placer cotidiano al futuro.
He vuelto a casa cual hijo prodigo de mi mismo.
Partí como niño y regreso como adulto.
Soy Amor, una vez mas.