El desprecio

un autorretrato de saber a dónde voy

Soy amor,
sí.
A veces lo siento desprenderse
al respirar.
Y salir disparado en todas direcciones
por cada poro de mi piel.

Pero también está lo otro.
Esa rabia interna que quema
como un ácido:

El desprecio.

Desprecio a la gente
que confunde apariencia con esencia.
(qué equivocados)

Desprecio a los que hacen
de su diferencia un estandarte.
(qué prepotentes)

Desprecio a los que caminan
subidos en un podio.
(qué egocéntricos)

Desprecio a aquellos que toman como natural
la falsedad y el cinismo.
(vaya crápulas)

Pero hoy, sobre todo,
desprecio a los que gritan
sus nimiedades al viento.
Parece que se sienten orgullosos
de ser tan vacuos,
y miran de reojo
para comprobar que se les oye.

¡pues claro que te oigo, cretino,
no puedo cerrar mis oídos!

(qué necios)