
Un rayo blanco
surgió hacia el infinito.
La percepción tiene mil pies,
camina en todas direcciones
y a la vez está firmemente fijada
en los sentidos.
Entonces sus palabras
hablaron reales.
Antes eran tan sólo
ecos vacíos de un ego enfermo.
Deshecha pues, tus libros y tus fórmulas, atrévete a prescindir de tu maestro, sea quien sea, y mira las cosas por ti mismo. Atrévete a fijarte, sin temor ni fórmula alguna, en todo cuanto te rodea, y no tardarás en ver.
Unas palabras de Anthony de Mello en el libro Una llamada al amor.